martes, marzo 13, 2007

CADA AMANECER ESTÁ RODEADO DE MANCHAS DE UN PASADO LÚGUBRE

Mi deseo no soy yo. Ni la otra voz.
Todo cuanto doy es sólo un laberinto más.
La desgracia se torna cada amanecer.
La voluntad de volar es sólo una habitación cerrada.


Si esta voz, si al menos yo
pudiera decir por un momento la verdad…
Si esta voz, si al menos yo
tuviera el deseo de decir algo…

No hay comentarios.: