Me uno a la lluvia.
Juego con el mundo.
Equilibro su mano.
Quiebro la estática.
Calmo al miedo.
Agoto las horas.
Repito el mantra.
Enciendo la vela.
Leo el futuro.
Abro un presente.
Cuantos y quarks.
Fractales y electrones.
Dientes y uñas.
Centros y pulgas.
Doy la vuelta al mensaje que me avisaba
el color que traería mi hija.
y no se desperezan…cuando despiertan al día siguiente
que ya ha dejado de ser y/o estar.
que habla, en mi sueño, con el santo, hasta el fin de los tiempos.
Pero uno de ellos había quedado ciego, estaba viejo, algo perdido.
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