martes, marzo 13, 2007

HACE MUCHOS AÑOS QUE ORO TRAS LA ÚLTIMA SEÑAL QUE SANGRA EN MI CUERPO

Sueño con prisa. Lejos de mi voz recolectora.
Casi sin miedo. Excepto sin pausa.


Congelo un destino. Me entrego al abismo.
En la piel del lobo la marea eterna del mordisco.


Si mereciera lucir una pluma sagrada en mi cabeza.
Y ya soy otro, mutando.


Si la vida se sumergiera en un tejido de algodón.
Aquí, cobertizo.


¿Qué pretendo con otra piel desollada dentro de mi cruz?
Sólo un recuerdo, sólo un recuerdo.

No hay comentarios.: